Comedor
Alimentación saludable
La edad escolar se corresponde con los momentos de máximo crecimiento del hombre; el cuidado que el Colegio St. Michael’s presta a este capítulo responde a las instrucciones básicas del Programa de Educación en Alimentación y Nutrición para escolares, y sus menús guardan una proporción equilibrada en la combinación de platos (los tres clásicos terminados en postre de frutas).
Si añadimos el largo período de horas que nuestros alumnos pasan en el Centro es imprescindible completar la alimentación de la “Comida” con una “Merienda”, que puede ser dada al alumno antes o después del mediodía, según el horario de clases, y la hora de la comida que podemos denominar “fuerte”; es el régimen de MEDIA PENSIÓN.
Los objetivos concretos que pretendemos conseguir podrían resumirse en:
Conseguir el desarrollo armónico del alumno.
Proporcionar las energías suficientes para la actividad biológica, el desgaste cerebral y las energías consumidas en la actividad deportiva se vean compensadas.
Lograr hábitos dietéticos a través de la variedad de alimentos.
Crecimiento integral
Todo el anterior, dado al alumno en las cantidades suficientes para que su organismo se vea no sólo compensado sino ayudado en el crecimiento integral que pretendemos.
Dieta mediterránea
El estilo de los menús (lo que tradicionalmente llamamos la cocina) tiene una base natural siguiendo la dieta mediterránea, conscientes de que son los alimentos naturales la base de la salud.
Equilibrio nutricional
La combinación de los productos con Vitamina C, Vitamina A, Vitamina B2 y Vitamina B1 junto aquellos productos ricos en Proteínas y Calorías, nos dan el equilibrio del que comenzamos hablando.
Otro aspecto no menos importante del Comedor escolar es la preocupación por la educación, la urbanidad y la elegancia en el mismo hecho de la comida; las formas todavía siguen siendo válidas para la convivencia.
Hemos de hacer, todos, un esfuerzo para que la calidad que, en materia prima consumimos en St. Michael’s, se vea reflejada también en los detalles: del servicio y la recepción, el orden y la limpieza, la deferencia en las señoritas que sirven y la compostura de los escolares.
La imagen, incluso externa, tratamos de mejorarla sustancialmente. Los padres, también debemos ser conscientes de que el “acto educativo” del comedor, supone disciplina y control, lo que significa que para el alumno es un acto a evitar, escabullir o rechazar, esgrimiendo cualquier tipo de argumento que le permita salirse de la norma de convivencia permanente y cotidiano.